• Apoyo Complementario para Jubilados SEM carrera
  • Carta al Dir.Gral. Servicio Exterior sobre Programa Mentor
  • NOTAS, ARTÍCULOS E INFORMES SOBRE LOS JUBILADOS
  • Programa Mentor para jubilados del SEM de carrera
  • Quiénes somos
  • SOBRE LA “EXCEPCIONALIDAD” DE ESTADOS UNIDOS, SEGUN OBAMA, Y LAS RELACIONES RUSIA-EUA

México Internacional

~ Análisis, comentarios y documentos de política internacional

México Internacional

Archivos mensuales: julio 2020

El vuelco de Uruguay contra Venezuela

26 Domingo Jul 2020

Posted by Francisco Correa Villalobos in CRISIS EN CURSO

≈ Deja un comentario

por Francisco Correa Villalobos, Embajador de México en retiro

Con el vuelco de Uruguay contra Venezuela, queda sin objeto el Mecanismo de Montevideo que buscaba un acercamiento entre la oposición y el gobierno Bolivariano. La tibieza del Gobierno de México descarta cualquier movimiento al respecto. López Obrador tiene suficiente con el ruido de la derecha para desear una estática adicional que en nada le beneficia, y mucho menos vulnerar un cuidadoso acercamiento con Estado Unidos

Maduro queda aislado en el continente y en Europa. Únicamente cuenta con el apoyo de Irán, el muy cauto de Rusia y el muy amplio y sólido respaldo de sus fuerzas armadas y de su población, que disuade una intervención militar directa de EUA que tendría un altísimo costo en vidas. Con sanciones, Trump apuesta al estrangulamiento económico de los venezolanos, dado los fiascos de su títere Guaidó y del acoso molesto pero irrelevante del impresentable Iván Duque.

Las elecciones en EUA no afectarán su política hacia Venezuela, pero un desesperado Trump puede detonar acciones peligrosas en los meses que restan antes de los comicios.

El panorama internacional no es muy favorable para Venezuela, pero Cuba y Nicaragua demuestran que es posible sobrevivir con la agresiva enemistad de Estados Unidos, sobre todo ahora cuando le sacuden fuertes descontentos internos y va en retirada en todo el mundo.

Tu voto:

Brasil ¿Un hitlerismo tropical? I

10 Viernes Jul 2020

Posted by Francisco Correa Villalobos in CRISIS EN CURSO

≈ Deja un comentario

Maciek Wisniewski

La Jornada, Viernes 26 de junio 2020

Cuando Renato Aroeira, un caricaturista brasileño, dibujó a Jair Bolsonaro con un tarro de pintura negra haciendo intervenciones sobre la cruz roja, convirtiéndola en una esvástica ( Hakenkreuz) (bit.ly/37YTzWD), con un golpe de pincel captó y tocó varios procesos que tienen convulsionado a Brasil: el creciente despotismo y autoritarismo −que según algunos bordea ya con el fascismo− del errático gobierno de Bolsonaro (bit.ly/2ByWQ2J), su desastroso manejo de la pandemia del Covid-19 y su apología y blanqueamiento de la historia de la dictadura militar brasileña (1964-1985): el monero fue acusado de “calumnia y difamación del presidente de la república” con base en la Ley de la Seguridad Nacional que data aún de sus tiempos.

Aparte del virus que va infectando a la gente –y de paso al lenguaje “destruyendo la semántica, aislando el significado y trivializando la crisis” (bit.ly/37Xz0cW)−, parece rondar por el mundo también un “fantasma de las analogías”. Un verdadero espíritu del tiempo ( Zeitgeist) de hacer apresuradas comparaciones históricas, sobre todo entre la Alemania de los 20/30, la Segunda Guerra Mundial y el presente. Un afán, en principio noble, que acompaña el auge global de la extrema derecha, de “sacar las lecciones de la historia” y “evitar repetir las tragedias y los errores del pasado”, pero que a menudo oscurece más que explica. Esta búsqueda de paralelas que tuvo su clímax respecto a Donald Trump (bit.ly/2BC2gKt), está en curso igual respecto a Bolsonaro (bit.ly/382h699), gracias también –aparte de algunos ecos preocupantes: su desdeño a la democracia, sus políticas de odio, etcétera− a sus propias declaraciones en las que ensalzó a Hitler como “un gran estratega” (sic) o las de su ex ministro de Cultura que, con Wagner de fondo, plagió todo un discurso de Goebbels (bit.ly/2Z8SxmG). Así, para algunos, dada su conexión con sectores paramilitares −los modernos Sturmtruppen (bit.ly/2BGPFFB)− estamos observando el ascenso de un hitlerismo tropical (bit.ly/3dxnINO, bit.ly/2CGyhl2), él mismo es “un fascista del siglo veintiuno” (bit.ly/2VlyQau), “un Führer en Brasilia” (bit.ly/37XWn6o), o “un destructor de la democracia a la par con Hitler y Mussolini” (bit.ly/2B95TaM). No obstante, como apuntaba Richard J. Evans –historiador de la época y el biógrafo de Hitler− al margen de este uso y abuso de las comparaciones, “Por más nefastos que sean los ecos, no estamos reviviendo los años 30; en el siglo veintiuno las democracias caen de otras maneras. No habrá repetición directa” (bit.ly/3i30Nxi). Si la democracia en Brasil está agonizando, lo está haciendo a su propio modo y a su propio ritmo.

Más que al nazismo, incapaz, igual que Donald Trump (bit.ly/381da8L), de llevar a cabo una “sincronización de todos los sectores del Estado” ( Gleichs-chaltung), inmerso en conflictos internos e institucionales –dicho sea de paso he aquí un caso a qué nivel llegamos con las comparaciones: uno de los ministros bolsonaristas, el duodécimo en dejar el cargo, aludió a la pelea de su administración con el sector judicial, enfatizando su propia victimización (bit.ly/2NuUzIM), como… “La noche de los cristales rotos” ( Kristallnacht); mejor le habría quedado “La noche de los cuchillos largos ( Nacht der langen Messer), pero incluso así, todo esto ya llegó ad absurdum…−, lo que trata de reconstruir Bolsonaro es el bloque de poder que estaba detrás del golpe de 1964 para qui-tar las restricciones puestas al capital durante los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, por más laxos que hayan sido(bit.ly/3i1Atnh). De allí la base material de su empuje revisionista para rescribir la historia de la dictadura como un régimen democrático de fuerza (sic) o de su defensa de sus verdugos y torturadores, un característico afán de la derecha actual que neutralizando el pasado, trata de normalizar la toxicidad de sus políticas del presente ( wapo.st/382oJMB).

La desastrosa política sanitaria es un buen ejemplo de esto: su negacionismo de la gravedad del coronavirus −la alusión al negacionismo del Holocausto aquí parece apropiada−, su menosprecio como gripecita (sic), su alentar a sus seguidores a no respetar medidas de aislamiento social e incluso a invadir los hospitales para demostrar que no hay tantos enfermos (sic) y –copiados de Donald Trump− los llamados a volver a la normalidad con los cuales desarrollaba un discurso que invertía la realidad, que lo absolvía y endilgaba sobre otros las responsabilidades, un verdadero discurso genocida (sic) di-rigido a los ricos que controlan la economía y quieren volver a ganar dinero a cualquier precio (bit.ly/2Z7dKh8), no sólo expuso límites y fallas de su propio proyecto (bit.ly/2Yv48O4), sino simplemente puso en riesgo la salud y la vida de millones de brasileños. Brasil ya es el segundo país más afectado detrás de Estados Unidos con más de 50 mil muertos por el Covid-19, entre los que –muy en el tenor con el propio racismo de Bolsonaro− lideran los negros (bit.ly/3eBxVdE) y los indígenas del Amazonas al borde de un verdadero genocidio (bit.ly/2B8ZDji)−, algo que llevó a unos comentaristas –¡el espíritu del tiempo no nos deja en paz!− a comparar su actitud con la falta de compasión –una envenenada influencia de Nietzsche (bit.ly/3fSjlOY)− de los perpetradores del Holocausto, como Hans Frank, el nefasto jefe del Generalgouverment en la Polonia ocupada (bit.ly/3dwkoT9).

Tu voto:

Brasil ¿un hitlerismo tropical? II

10 Viernes Jul 2020

Posted by Francisco Correa Villalobos in CRISIS EN CURSO

≈ Deja un comentario

Brasil: ¿un hitlerismo tropical?  II

Maciek Wisniewski

La Jornada, 10 de julio de 2020

Michael Löwy, el filósofo marxista brasileño, hijo de migrantes judío-austriacos que en la década de los 30 huyeron del hitlerismo, discutiendo el auge de la extrema derecha en Brasil y en el mundo –un proceso con raíces en la crisis neoliberal y en la debilidad de la izquierda− apuntaba a ciertas semejanzas entre Bolsonaro y el clásico fascismo europeo de los años 20-30: a) sus facetas autoritarias mezcladas con apariencias republicanas (como en los primeros años del régimen de Mussolini); b) su estigmatización de los enemigos (la izquierda, PT, las feministas, los ecologistas, los indígenas, MST, et al.), y c) su compulsivo anticomunismo. “La historia obviamente no se repite −subrayaba Löwy−, pero estas semejanzas son muy preocupantes” bit.ly/35m3oey). Enzo Traverso, por su parte, rehuyéndose a hablar del fascismo en caso de Trump, Orbán o Modi y prefiriendo el término de posfascismo −Löwy empleaba el prefijo semi y/o neo− destacaba la antropología neoliberal de los nuevos hombres fuertes que suelen denunciar a las élites financieras, pero con las cuales mantienen lazos muy cercanos, como p.ej. Trump, un líder posfascista sin fascismo ( The new faces of fascism. Populism and the far-right, 2019, p. 34). Este análisis podría aplicar también a Bolsonaro sobre todo a la luz de la traversiana dialéctica de continuidades y discontinuidades entre los fascismos de ayer y hoy, que permite ver cómo el bolsonarismo intenta ponerle una nueva cara a la derecha brasileña (bit.ly/2Chzejj) reorganizando el campo de sus continuidades y discontinuidades (la dictadura, et al.) en un plano material de los intereses capitalistas.

En este sentido –y a pesar de que, como subraya Federico Finchelstein, él es uno de los líderes populistas que más se acerca al fascismo (bit.ly/2Z6pmlt) o de que la pandemia del Covid-19 en Brasil dio a luz una verdadera política fascista de la enfermedad (bit.ly/2Dg6gRD , bit.ly/3hTiQWB)− Bolsonaro, juzgando por sus propias declaraciones en las que reivindicaba la dictadura pinochetista (bit.ly/31Tqr1W), mirando las filas del propio equipo (el pinochetista Paulo Guedes) y los planes de su radical ajuste neoliberal (bit.ly/2O3AKs7), se parece, igual de acuerdo con el análisis de Traverso, más a un nuevo Pinochet (bit.ly/3gz3vJs) que a un nuevo Hitler y ésta sería su analogía histórica más adecuada, una que reflejaría mejor su lugar y papel en el sistema capitalista mundial (bit.ly/31Y3quQ). No sólo que la proliferación del neofascismo hoy se entiende mejor como un proyecto de defensa del libre mercado y el laissez-faire −como es el caso del bolsonarismo o el trumpismo, proyectos procapitalistas tan reaccionarios que hasta hace poco parecía imposible que llegasen al poder por la vía electoral y uno que en Chile subió al poder sólo gracias a las bayonetas−, sino que todo su arsenal retórico del viejo anticomunismo con Bolsonaro asegurando haber salvado la nación que estuvo al borde del socialismo (bit.ly/3gC3cxz) parece ser recortado y pegado de aquella época junto con todo su balbuceo y pifias (Pinochet aseguraba que “Allende llevó al país al borde del abismo y que ‘nosotros hicimos un gran paso adelante’”, mientras para el almirante Merino los bolivianos y… los brasileños eran unos auquénidos metamorfoseados y seres primitivos).

Muy en este tenor, Ernesto Araujo, canciller de Bolsonaro, reseñando (sic) el libro de S. Zizek sobre la pandemia ( Pandemic!: Covid-19 shakes the world, 2020, p. 140), tildó las medidas de contener el virus, junto con la nueva ola de solidaridad global vaticinada por Zizek como un complot comunista −la lucha global contra el Covid-19 quiere instaurar un mundo sin fronteras y sin libertad auspiciado por la Organización Mundial de la Salud− y comparó el distanciamiento social a… los campos de concentración nazis, subrayando que ahora serán los comunistas que nos querrán encerrar en ellos y que el lema de este aprisionamiento será igual Arbeit Macht Frei (bit.ly/2Ve8aZb) −Zizek analiza de paso este lema colocado cínicamente en las puertas de varios campos de concentración y/o exterminación− sólo para luego decir que fue malentendido, pintarse como el más grande amigo de Israel (bit.ly/37XlSEE) y acusar al autor de Pandemic… de… antisemitismo (bit.ly/3du0qs4).

Si al lector ya le dio un vértigo intelectual es pertinente recordar que el propio Bolsonaro, que acaba de contraer este virus comunista (sic), dijo que Hitler era de izquierda (bit.ly/2C8pSqb), en sí misma una expresión del negacionismo del Holocausto (sic) y una fake news calculada para alejar las acusaciones de que él mismo fuera un fascista o que el mencionado lema nazi ( O trabalho libertará) acabó siendo usado por su administración en los anuncios gubernamentales para la campaña de reabrir la economía (bit.ly/2VTjTwr). Si usted todavía siente fiebre, vértigo, náuseas, todos los síntomas del coronavirus, no es necesario reportarlos a su centro de salud más cercano. Es una reacción natural y pasajera: el neolenguaje hitleriano (¡Klemperer!) reciclado hoy por los nuevos autoritarios, junto con su retórica divisiva y antagonista convertida en su nueva lingua franca (bit.ly/2ByDQSt) –todo de lo que Jair Bolsonaro es un verdadero campeón–, son sólo los viejos delirios verbales de siempre.

Tu voto:

Recuperando la memoria histórica: los soldados mexicanos de la Guerra de Corea

02 Jueves Jul 2020

Posted by Francisco Correa Villalobos in CRISIS EN CURSO

≈ Deja un comentario

por Bruno Figueroa, Embajador de México en la República de Corea

El 25 de junio se conmemoraron 70 años del inicio de la guerra de Corea (1950-1953), el primer conflicto abierto de la llamada guerra fría y uno de los más cruentos del siglo 20. Cobró más de 5 millones de vidas, entre ellas las de 500 mil civiles, y causó la devastación completa de la península coreana. En Estados Unidos se le conoce como la guerra olvidada por la censura en su cobertura (las cámaras de televisión no llegaban aún a los campos de batalla), y la relativa poca atención que obtuvo frente a otros conflictos bélicos, como la Segunda Guerra Mundial o la guerra de Vietnam.

Un hecho muy poco conocido de la guerra de Corea es la presencia de soldados de origen mexicano. De acuerdo con investigaciones realizadas en Estados Unidos, en particular por la organización Latino Advocates for Education, en ella participaron más de 150 mil, alrededor de 10 por ciento del total de los soldados de Estados Unidos que combatieron en ella. Esta cifra es consistente con el volumen de fallecidos de origen latino que consignan los archivos nacionales de ese país: 10 por ciento del total.

El gobierno mexicano no participó en la guerra de Corea con tropas porque al inicio de la rivalidad entre las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, escogió el acertado camino de la no alineación y la neutralidad. Apoyó a Corea del Sur con ayuda humanitaria, alimentos y fármacos.

Ha llegado el momento de hacer un merecido reconocimiento a los hijos de mexicanos que pelearon en esa guerra, como voluntarios o conscriptos. En el prólogo de uno de los pocos libros publicados sobre este tema Lyndon B. Johnson, entonces presidente de Estados Unidos, dijo de ellos: sirvieron con distinción, pelearon con bravura y dieron su vida cuando fue necesario.

A pesar del creciente número de investigaciones sobre la guerra de Corea, hasta ahora ninguna se ha centrado en la participación mexicana y mexicano-estadunidense; los testimonios se encuentran dispersos, los archivos son difíciles de consultar. En una época en que se dividían los soldados por razas, los de origen mexicano eran registrados como blancos. Se inscribía usualmente el lugar de reclutamiento, mas no el de nacimiento. De manera inexplicable, varios soldados nacidos en México fueron registrados como provenientes de las Islas Vírgenes.

Se ha comprobado que los soldados de origen mexicano pelearon en muchos frentes. A sólo tres días de iniciado el conflicto, el 28 de junio de 1950, un avión de reconocimiento que había despegado de Japón sobrevoló la península coreana y se estrelló en el mar de China, por una falla mecánica. En él se encontraba el sargento Joe Campos, originario de Arizona. Con él fallecieron otras cinco personas. Pocos días después tuvo lugar el primer encuentro entre tropas estadunidenses y norcoreanas, en Osan. Ocurrieron las primeras bajas en combate, así como las primeras tomas de prisioneros de guerra, los cuales regresarían a sus lugares de origen más de tres años después. Florentino Gonzales (sic), de Chicago, Illinois, hijo de mexicanos, estaba en ese grupo de soldados que padecieron los campos de Corea del Norte.

Sabemos, por el testimonio del cabo Jesús Rodríguez, de Los Ángeles, California, que hubo un escuadrón mexicano en el 35 regimiento de Infantería, aunque este hecho no ha sido reconocido. Seguramente hubo más pelotones o escuadrones compuestos por soldados de origen mexicano.

La vida de estos “soldados de a pie” no fue fácil, como no lo es la participación en ninguna guerra. Su condición de mexicanos complicaba las cosas debido al racismo que imperaba en el sur de Estados Unidos. Raúl Álvarez del Castillo, oriundo de Guadalajara, Jalisco, fallecido en Corea y enterrado en un cementerio de su ciudad natal, prefería ser conocido como Ralph A. Castle. Ambos nombres figuran en su expediente del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Jesús Rodríguez narra que en Corea tenían prohibido hablar español, pero no se aplicaba porque no podían vernos a todos al mismo tiempo. La difícil vida previa a la guerra se tornó una ventaja y les permitió sobrevivir mejor las privaciones de Corea. J. Rodríguez cuenta: “solía rezar mucho. Otra cosa que me ayudó fue que era abusado en las calles ( street smart”) antes de entrar al servicio militar. En ellas aprendí a pelear. Además de que estar hambreado no era nuevo para mí”.

Hubo, por supuesto, reconocimientos merecidos para algunos de ellos. Una escuela en el estado de California y un barco de la armada estadunidense llevan el nombre de Eugene Obregón, quien sacrificó su vida para salvar la de sus compañeros. Richard Cavazos combatió en Corea como teniente y fue décadas más tarde el primer general de cuatro estrellas de origen mexicano del ejército de Estados Unidos.

La mayoría de ellos, sin embargo, sufre aún de indiferencia y olvido. En particular los que volvieron a México. En su investigación Las infanterías invisibles, el historiador Enrique Plasencia de la Parra escribió sobre los mexicanos en la Segunda Guerra Mundial: “buscaban un reconocimiento que creían merecer. Su participación fue un ejemplo para su comunidad, pero no lo fue para todo el país, que seguía entregado a prejuicios raciales que parecían ser su distintivo social. Se requirieron grandes esfuerzos para que eso empezara a cambiar. Para la sociedad mexicana tampoco fueron un ejemplo. El prejuicio de haber luchado bajo la bandera de Estados Unidos les quitaba lo que de intrínsecamente valioso tenían. El valor, el heroísmo, el arriesgar la vida por salvar a sus compañeros fue visto con cierto desdén”. Ello aplica a los mexicanos que combatieron en Corea.

Muchos aspectos de nuestra historia requieren ser rescatados de olvidos conscientes o involuntarios. En el libro 100 años de historia de la cooperación internacional de México, reuní testimonios de la gran solidaridad mexicana hacia el mundo el siglo pasado, que pocos conocen; han sido capítulos ejemplares de nuestra política exterior. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador creó la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México precisamente para preservar y recobrar nuestra rica y compleja memoria histórica, en particular aquella que ha sido relegada. En la historia que conozcan nuestros hijos, caben los mexicanos que han buscado mejores oportunidades más allá de nuestras fronteras, incluso aquellos que hace 70 años sacrificaron años de juventud y hasta la vida en una guerra que no tenía por qué ser de ellos. Aun en la lejana Corea, llevaban a México en el corazón.

Publicado en el diario La Jornada, el 25 de junio de 2020Subir al inicio del texto

Tu voto:

Carta del ex Secretario de Relaciones Exteriores, Bernardo Sepúlveda, al Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard

01 Miércoles Jul 2020

Posted by Francisco Correa Villalobos in CRISIS EN CURSO

≈ Deja un comentario

26 de Junio de 2020

Estimado Marcelo,

En mi calidad de Embajador Emérito de México, me permito transmitir a usted las razones por las cuales considero que la visita del Presidente López Obrador a Washington, para entrevistarse con el Presidente Trump, es altamente inconveniente para el interés nacional.PUBLICIDAD

No existe, a mi juicio, un fundamento político que explique una visita de esta naturaleza.

Tampoco existe un motivo que justifique la oportunidad de la visita, en momentos en que se lleva a cabo un proceso electoral en Estados Unidos y en donde la asistencia del Presidente López Obrador a una ceremonia irrelevante se habrá de interpretar como un apoyo a la reelección del Presidente Trump. Los efectos políticos negativos que se producirán en México y en Estados Unidos, de realizarse esa visita, habrán de ser perdurables.

Pretender inclinar la balanza en favor del Presidente Trump en este clima político no parece ser la mejor apuesta. Si las elecciones presidenciales en EUA tuvieran lugar hoy, el candidato del Partido Republicano las perdería. La encuesta que publica hoy el NYT indica que Biden tiene una ventaja de 14 puntos sobre Trump. El 50% de los votantes encuestados prefieren a Biden; sólo el 36% prefiere a Trump.

Biden mantiene un claro liderazgo entre mujeres votantes y entre votantes que no son de raza blanca, según la mencionada encuesta. En cambio, Trump ha perdido apoyo de votantes tradicionales del Partido Republicano, dada su ineficacia en el combate a la pandemia, el desplome de la economía y el incremento en el desempleo. Su inadecuada política en el tema del racismo, y sus pronunciamientos en favor de imponer medidas de fuerza armada para reprimir las protestas y las manifestaciones antirracistas, han sido motivo de severas críticas y de oposición hacia Trump.

En el caso del voto hispánico, Biden alcanza un voto favorable del 39%. En el tema de políticas raciales, el 61% manifestaron su desaprobación a Trump, con un 50% de los votantes expresando una opinión muy desfavorable a Trump en materia racial.

En este contexto, la visita del Presidente López Obrador a Washington y su reunión con el Presidente Trump, habrá de producir una reacción de profunda antipatía en el Partido Demócrata. Si Biden gana la Presidencia, su antagonismo hacia México será evidente en las políticas bilaterales que adopte.

Pero aún si Biden no es el triunfador en la contienda presidencial, es muy probable que el Partido Demócrata mantenga su mayoría en la Cámara de Representantes y, además, que gane el control del Senado estadunidense. De ser ese el caso, el Partido Demócrata se encargará de pasarle la factura política a México, con las nefastas consecuencias del caso.PUBLICIDAD

Si gana Biden la Presidencia y el Partido Demócrata el Congreso, los últimos cuatro años del mandato del Presidente López Obrador habrán de transcurrir en un ambiente repleto de dificultades en la relación bilateral, en donde México será el principal perdedor.

Existen precedentes históricos que conviene recordar. Por invitación del Presidente Bush padre, el Presidente Salinas de Gortari viajó en julio de 1992 a Los Ángeles para asistir a un partido de beisbol junto con Bush, al tiempo que se celebraba la Convención del Partido Demócrata para nominar a Clinton como su candidato a la Presidencia. El malestar de los representantes de Clinton se hizo de inmediato patente y así se transmitió claramente al gobierno mexicano.

En octubre de 1992 el Presidente Salinas de Gortari volvió a apostar por Bush, a un mes de las elecciones estadounidenses de noviembre de ese año. Bush invitó a Salinas y a Brian Mulroney a San Antonio, a celebrar la conclusión del Tratado de Libre Comercio tripartita.

Pero sucede que Clinton triunfa en las elecciones, y de inmediato anuncia que el NAFTA habrá de ser sujeto a una revisión en los temas laborales y de protección al medio ambiente. La entrada en vigor del tratado se difirió por casi un año de arduas negociaciones promovidas por el Partido Demócrata, acusando así su malestar por el comportamiento de las autoridades mexicanas.

El 31 de agosto de 2016 el candidato republicano Trump, a invitación del Presidente Peña Nieto, visita México por unas horas y se le extiende trato de Jefe de Estado, con todos los símbolos correspondientes. En Estados Unidos se interpreta esa acogida como un respaldo a Trump y el Partido Demócrata se subleva ante ese supuesto apoyo mexicano a Trump, generando de esta suerte un clima poco propicio a las causas favorables a México.

Trump regresa a un mitin en Arizona, en donde se encarga de vilipendiar a México y a los mexicanos, agrediendo, estigmatizando, ofendiendo y humillando a los migrantes de origen mexicano, acusándolos de criminales y violadores, anunciando su persecución una vez que alcance la Presidencia, todo lo cual ha cumplido a plenitud con un discurso profundamente anti-mexicano.

Trump y su antagonismo y desprecio hacia México no podrán quedar en el olvido y, sin más, borrarse de la memoria de los mexicanos, desplazando su dignidad, su respeto y su orgullo patrio. De ser así, la historia nos lo habría de reclamar. No puede y no debe existir ni el perdón ni el olvido.

Se anuncia que la visita se inscribe en el contexto del T-MEC. Pero el T-MEC en principio entrará en vigor con independencia de la visita y no hay una relación de causa efecto. También se ha señalado que el propósito de la visita es agradecer a Trump el suministro de ventiladores para atender a contagiados por el Covid-19. Ese agradecimiento se puede todavía efectuar mediante una carta de aprecio reconociendo la ayuda recibida o, en el caso extremo, mediante una videoconferencia que reciba una amplia difusión, con la imagen de los dos presidentes conversando amablemente sobre las bondades de los ventiladores.

No he incluido aún en esa conversación al Primer Ministro Trudeau, quien hasta la fecha no se ha comprometido a acudir a Washington. A pesar de ello, el Presidente López Obrador ha indicado que viajará a Washington con o sin la presencia del Primer Ministro del Canadá en esa reunión, a pesar de ser ese país el tercer componente en el T-MEC. Pierde así sentido invocar el T-MEC como fundamento de la vista.

Se ha dicho que se trata de una visita de Estado. No es correcto el empleo de ese término, que tiene una connotación específica. Una visita de Estado supone un ceremonial considerablemente más amplio y de mayor impacto político, comprendiendo una invitación para pronunciar un discurso ante el Congreso estadounidense, reuniendo conjuntamente para estos propósitos a las dos Cámaras que lo componen. Tradicionalmente, el Jefe de Estado es hospedado en la llamada Casa Blanca durante su estancia en Washington.

Por lo visto, ahora se trata tan sólo de una visita oficial, ya que se ha señalado que no habrá otros eventos salvo la reunión con el Presidente Trump.

Con base en el conjunto de los planteamientos que he formulado, no encuentro ninguna ventaja política o económica que beneficie a México en la visita que realice el Presidente López Obrador a Washington para entrevistarse con el Presidente Trump.

Considero, por el contrario, que esa visita afectará negativamente al interés nacional, produciendo un efecto de desagrado y repudio entre los mexicanos, de una profunda decepción al quedar vulnerados los principios que pertenecen a una tradicional política exterior, en donde la respetabilidad de la nación mexicana es un valor supremo e indeclinable, valor que ahora es imperativo mantener inmaculado.

Con un cordial saludo,

B.Sepúlveda

Tu voto:

Entradas recientes

  • Carta 22 agosto, 2020
  • Rusia, China y el reorden hegemónico 22 agosto, 2020
  • El vuelco de Uruguay contra Venezuela 26 julio, 2020
  • Brasil ¿Un hitlerismo tropical? I 10 julio, 2020
  • Brasil ¿un hitlerismo tropical? II 10 julio, 2020

Archivos

  • agosto 2020
  • julio 2020
  • junio 2020
  • mayo 2020
  • septiembre 2019
  • mayo 2019
  • diciembre 2018
  • noviembre 2018
  • octubre 2018
  • septiembre 2018
  • agosto 2018
  • julio 2018
  • abril 2018
  • febrero 2018
  • enero 2018
  • diciembre 2017
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • septiembre 2017
  • agosto 2017
  • junio 2017
  • mayo 2017
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • mayo 2016
  • octubre 2015
  • agosto 2015
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • agosto 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014

Categorías

  • América Latina
  • CRISIS EN CURSO

Meta

  • Registrarse
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Sitios de interés

  • Discuss
  • Get Inspired
  • Get Polling
  • Get Support
  • Learn WordPress.com
  • Theme Showcase
  • WordPress Planet
  • WordPress.com News

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a 486 seguidores más

Sitios de interés

  • Discuss
  • Get Inspired
  • Get Polling
  • Get Support
  • Learn WordPress.com
  • Theme Showcase
  • WordPress Planet
  • WordPress.com News

Start here

  • Apoyo Complementario para Jubilados SEM carrera
  • Carta al Dir.Gral. Servicio Exterior sobre Programa Mentor
  • NOTAS, ARTÍCULOS E INFORMES SOBRE LOS JUBILADOS
  • Programa Mentor para jubilados del SEM de carrera
  • Quiénes somos
  • SOBRE LA “EXCEPCIONALIDAD” DE ESTADOS UNIDOS, SEGUN OBAMA, Y LAS RELACIONES RUSIA-EUA

Blog de WordPress.com.

Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.